TEMPORADA DE EXTERIOR PARA CULTIVAR MARIHUANA
Se acerca la primavera y empieza una vez más la temporada, todo vuelve a comenzar con alegría y renovados ánimos, las plantas brotan con el agua y el calor del sol, los animales salen de sus guaridas y los insectos insectan, que es lo suyo (luego se meten en casa y salen por algún lugar insospechado, se escucha un grito, alguien llama al desinsectador) y el ciclo continua en perpetua armonía.
Y todo esto está muy bien por que así debe ser, pero entre tanto, tú, cultivador, tendrás que cumplir con la parte que te a sido asignada en este devenir de los tiempos.
Son muchas las variantes que hay que atender a la hora de llevar a cabo un cultivo de marihuana en exteriores, la elección del lugar y el momento adecuado debe ser lo primero que tenemos que estudiar para tener éxito. Como explicamos brevemente en el artículo interiores vs exteriores los cultivos de exterior pueden serlo de dos formas atendiendo a donde van a llevarse a cabo, si es en un lugar privado o si lo es en uno público, nada a cambiado desde que se escribió el citado texto y ratifico: El cultivo de guerrilla es de un grado de complejidad máximo y convierte un echo amparado por la legislación en otro que no lo es.
¿EN QUÉ ÉPOCA COMIENZO A PLANTAR MARIHUNA?
Dependiendo el clima, en España tenemos cuatro climas claramente diferenciados:
Clima tropical: Pertenece exclusivamente a Canarias, con un poco de cuidado prácticamente puedes cultivar durante todo el año con plantas automáticas (autoflorecientes).
Clima mediterráneo: Más cálido y seco con heladas poco frecuentes, se corresponde con las zonas costeras mediterráneas y pierde su influencia a medida que nos adentramos en el interior de los valles y montañas. Precipitaciones escasas que pueden darse de manera torrencial especialmente durante el invierno. Para mí, la mejor forma de enfocar la producción de exterior en estos lugares, sería la de llevarla a cabo con plantas automáticas (autoflorecientes) y se podrían hacer 3 o 4 cultivos entre marzo y octubre, siendo los dos primeros meses, los mejores por las horas de luz y temperatura no tan altas como en julio y agosto.
Clima continental: Muy frío en invierno y muy cálido en verano. Primaveras y otoños de transición acompañados de lluvia, aunque con tendencia a mantener unas temperaturas muy variables respecto entre la noche y el días. Este piso climático se corresponde con las áreas del centro peninsular y resultan estas características más marcadas cuanto mayor sea la altitud del lugar. Se puede producir una cosecha estival aprovechando la ausencia de las heladas y temperaturas mínimas nocturnas relativamente suaves propias de la época. Una forma sería, la de hacerlo con automáticas (autoflorecientes) para evitar las tormentas de agosto y la caída de temperaturas de septiembre. La opción idónea sería comenzar a finales de mayo o principios de junio protegiendo la plántula con un plástico a modo de invernadero en miniatura. La cosecha se producirá durante la primera quincena de agosto procurando que fuese en los primeros días.
Clima atlántico: Se corresponde con las zonas litorales del norte peninsular. Temperaturas suaves con heladas débiles durante el invierno y lluvias repartidas a lo largo de todo el año. Aquí el problema viene por las constantes lluvias que puedan surgir en cualquier momento coincidente con la maduración de las flores. Arriesgando un poco, es posible sacar adelante hasta 3 cosechas de plantas autoflorecientes, comenzando a primeros de mayo con ayuda de un plástico para protegerlas de las mínimas nocturnas.
Otro factor importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de cultivar en el exterior, es la del tipo de planta que vamos a cultivar. Por eso, nuestra clara predisposición al uso de las plantas automáticas (autoflorecientes) que nos ofrecen la ventaja de florecer sin necesidad de que llegue septiembre en el mejor de los casos.
Si por cualquier circunstancia elegimos plantas fotodependientes feminizadas, que sean índicas. Porque nos favorecerá para que el cultivo no se alargue y cambie el tiempo llegados a octubre. De entre todas ellas, ya sean fotodependientes o feminizadas, debemos optar por plantas que además tengan especial predisposición para soportar enfermedades fungicas.
Otra fenomenología, además de la humedad, pueden ser los diferentes tipos de animales que pueden verse atraídos por el Cannabis. A continuación, os comentamos un breve pero eficaz repaso de estos seres vivos y como frenarlos para que no perjudiquen la cosecha.
Caracoles y babosas: Cebo granulado tipo limacol.
Grandes mamíferos: Malla de gallinero para vallar la zona e impedir el acceso.
Insectos varios: No suelen conformar plagas como pasa en interior y no son dañinos, no obstante mantener la observación y si viésemos tantos como para que sea motivo de preocupación, se puede aplicar un insecticida tipo piretroide siempre que la planta se encuentre en fase vegetativa y no haya conformado todavía las flores. También se pueden usar jabones potásicos mucho más respetuosos si la plaga no es muy numerosa.
Orugas: Comen mucho pero se pueden retirar manualmente, dependiendo la especie puede ser urticante. Así que, pónganse guantes.
Por último señalar que el viento causa estragos, rompe ramas, tiras macetas y hace de las suyas.
¿CÓMO EVITAR EL PROBLEMA DEL VIENTO Y SACARLE PARTIDO?
Usar bidones de plástico sin agujerear y dejarlos enterrados o semi-enterrados por dos motivos. Uno, que el viento no lo pueda tirar y dos, que el bidón nos sirva para recipiente para que los abonos que apliquemos no se pierdan como pasa cuando lo hacemos directamente en tierra. Curiosamente, hoy en día en Estados Unidos se está plantando en tierra cuando el sistema al que dieron nombre consiste precisamente en plantar todo en maceta. Un error en mi opinión que está generando perdidas muy importantes en la producción. Cosas que sí podemos copiar de ellos, es el aporcado de tierra, esto consiste en la técnica de «emulching» y el «entutorador» mediante malla metálica rodeando la planta.
Volviendo al tema del viento, si un brazo de la planta se quebrase, a veces es incluso por el propio peso, se puede devolver a su posición original mediante ataduras y otros elementos que le sirvan de apoyo (como pueden ser los tutores). La planta suele soldar con bastante facilidad, incluso esta herida fomentará la aparición de mayores cogollos al lanzar en esta parte mayores cantidades de savia y relentizándose el flujo de la misma.
Otros principios que son aplicables y recomendables en el cultivo de exterior, son los de la poda apical para regular la altura de las plantas y así que no llamen mucho la atención. La poda baja e incluso se puede retirar material vegetal de las partes centrales que no reciban luz para mejorar la ventilación y la observación. También es aconsejable retirar partes que veamos en mal estado y en general, mantener una observación periódica que nos permita detectar pronto, cualquier problema que pueda surgir y así ponerle solución antes de que se agrave.
Poco más que añadir, aunque seguro que nos hemos olvidado de muchas cosas, pero siguiendo esta humilde guía de cultivo en exterior, esperamos que se os de muy bien la temporada.
¿Tienes dudas para empezar a cultivar?
Llama o escríbenos un Whatsapp, te asesoramos en base a tus necesidades y resolveremos todas tus dudas
JJ BIG GROW tienda online de productos y accesorios para el cultivo de marihuana
